Desequilibrada desde la infancia, adicta hasta la muerte y siempre platónica.
jueves, 20 de diciembre de 2012
miércoles, 19 de diciembre de 2012
Metro de Madrid informa...
Va sentado a mi lado, termino por mirar
porque no para con ese papel, lo pliega, lo despliega, lo lee, lo
lee. Tiene como cincuenta y algo o eso parece, lleva un traje de hace
mil temporadas, un pelín descolorido pero impecable, perfectamente limpio y planchado. Huele no
sé a una fragancia fuerte, no se parece a ninguna de las que olí
durante los 6 años como consejera en fragancias de lujo, me recuerda
un poco a mi padre...Lo que lee es un contrato no se de que, veo que la cruz esta en temporal a media jornada y que es de 20 horas semanales. Mira el móvil, uno de esos
con tapa y pantalla en blanco y negro, hasta antenita tiene ;) lo guarda, lo saca, guarda
el papel cuidadosamente en un plástico, lo alisa, lo saca lo sigue
leyendo, como los niños pequeños, se acerca demasiado al papel, pienso, "no te acerques tanto te vas a quedar ciego" pero igual ya medio lo está, se
vuelca sobre el papel, tiene los ojitos cansaos, rodeados de arrugas
de esas que producen los años... los daños, sonríe, vuelve a mirar
el móvil, lee y sonríe, me provoca tal ternura que si el mundo
fuese como tendría que ser, le hubiese abrazado con todo mi corazón,
por provocarme esas cosas.
Me lo imagino deseoso de tener cobertura
para contarle a su esposa, a sus hijos, que lo tiene que lo ha
conseguido!!.., de celebrarlo tomando un carajillo en el primer bar
antes de llegar, mientras sueña con la de cosas que podrá pagar lo
que ese papel dure, soñando con quitarse de encima un poco de esa
deuda, soñando con esta historia de la navidad, con los regalos, la
comida que va a comprar, con las sonrisas de su familia, pensando en cumplir una pequeña parte de
sus sueños o de lxs suyos,...deseando llegar y sonreír, abrazarse, enseñar ese papel mientras grita "cuidado con el!, que no se manche, que no se rompa" y
que por un momento todxs lxs suyos olviden la desesperación, la
inseguridad, el miedo, la vida...
Trata con tanto cuidado ese papel que
se diría que es del cristal mas caro y más valioso que existe....
cuida una de sus esquinas algo doblada, la estira como si se tratara
de la caricia más tierna que se da al ser amado.
La cabeza se me va a un rato antes,
frente a un señor vestido de Emidio Tucci temporada 2012, con su
fragancia, boos bottlel, gucci pour home o d&g the one, con su
pelo de Ken perfectamente engominado, con acento ingles, ruso o
alemán, 20 años más joven y sobradamente preparado. Me imagino a
mi compañero de viaje, preocupado por el sudor que le provocan los
nervios, mirando al suelo la mayoría del tiempo por la sumisión que
nos están obligando a mostrar, a sentir. Repitiendo “gracias,
gracias, gracias, no se van a arrepentir” mientras Ken agujerea su alma con miradas de indiferencia. Mi compañero, nervioso, atento, con las
manos temblorosas intenta controlar la respiración, mientras Ken con esa seguridad y autoridad que le otorga ir
montado en unos zapatos de 200€ le dice “léalo y si esta de
acuerdo firme en las dos copias” y mientras aprovecha para
wassapear con algún amigo o alguna amante, sobre el viaje de navidad
a un lugar paradisíaco o del nuevo modelo de deportivo que tiene en
mente para ponerlo a nombre de la empresa y así desgravar y demostrarle al mundo que vale, ni más ni menos lo que tiene.
Eso me provoca una rabia que me
revuelve las tripas. Un mundo donde no se valora, no se respeta, no
se le da el lugar que le corresponde a lxs que han construido el país
con el sudor de su frente, empeño, esfuerzo, tristezas, alegrías,
fracasos, victorias e ilusión, con su vida y su experiencia, no se
puede terminar con la ignominia que nos rodea, que nos consume, que
nos desgasta, que nos envuelve.
Igual todo esto no es, ni fue así,
solo son las cosas que tiene mi cabeza o … igual si.
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